TAN BIONICA

Hoy es hoy, ayer fue hoy ayer
Ayer con Melinda festejamos el comple de Lennon. Torta, velas, sidra, guirnalda, cartel, bonetes, regalos, un comple a todo trapo.
Después del cumpleaños intentamos conseguir a alguien que nos acompañe a Tan Biónica. Claro, nosotras dos, somos presa fácil para los delincuentes, más teniendo en cuenta que estábamos atrapadas en medio de una ciudad desconocida, con un rumbo incierto (ya que no sabíamos cómo carajo volver y a dónde ir)
Nuestras opciones eran:
a) ir a quilmes con unos conocidos que andaban por ahí (que se negaron a acompañarnos) y después quedarnos en un bar
b) que nos acompañe un individuo con el que hasta hace dos semanas podía contar y actualmente no quiere saber nada de mí y niega y se desresponsabiliza hasta a su propia sangre (Melisa)
c) con sherman (que es al que mas entiendo que no haya podido)
d) ir solas hasta las flores y mitre, y de ahí el 148 a mi casa [esta opción se ramifica.
1)yo me quedo en mi casa, meli se va a la suya
2)nos quedamos en mi casa
3) de mi casa vmaos a lo de meli
4) meli se queda en mi casa, y yo voy a la de ella, luego de un conjuro mágico que nos hace intercambiar personalidades]
e) pedirle a otro conocido (con el que no pudimos comunicarnos) que nos acompañe a tomar el 129 hasta mi casa [esta opción se ramifica.
1)yo me quedo en mi casa, meli se va a la suya
2)nos quedamos en mi casa
3) de mi casa vmaos a lo de meli
4) meli se queda en mi casa, y yo voy a la de ella, luego de un conjuro mágico que nos hace intercambiar personalidades]
f) 22 hasta la estación de bernal y de ahí un remo a casa de meli o mia
g) hasta las flores y mitre, y de ahí un remo
h) hasta quilmes, y de ahi remo
i) hasta quilmes y de ahi bonde
Bueno, la palabra que describe el lapso de tiempo a partir de las 17.30 hasta las 23.30 es sin dudarlo ni un segundo, "indecisión"
Salimos sin saber dónde bajar, qué tomar, sin saber las calles, sin saber absolutamente NADA. Una vez en la parada, reparamos sobre el frío que se estaba sintiendo, y volvimos a la casa de meli para abrigarnos. Meli me prestó una polera y cuando volvimos a la parada, fuimos corriendo, di un salto inesperado. Casi me caigo. No me caí. Triunfé. Sigo siendo la misma perdedora de siempre.
Una vez en el 22, el colectivo que nos llevaría a nuestro destino final I, procedo a enviar mensajes de texto, intentando ablandar los fríos y egoístas corazones de la gente, con la intención de que alguien se disponga a acompañarnos. A nadie le importó un carajo lo que nos podía llegar a pasar.
Excepto Lucas, que por celular me indicó siempre qué hacer, y gracias a él hoy estoy viva. (estamos*)
A las 23.10 aproximadamente, fuimos a tomar el bonde para volver. Ahí cagamos. Se acercaron 4 tumberos, no me voy a olvidar nunca de esas caras. Uno era bien negro, con un tatuaje en el cuello y en el brazo, las manos ásperas, un asco por dioooos. Rapado con una trencita bien tumbera. Ese me agarró del brazo re fuerte y me dijo que le dé todo, justo había visto que teníamos cámara porque antes estábamos sacando fotos, como creíamos que no había nadie... Me pidió la cámara, el monedero, y el celular. El otro tenía revólver y la apuntó a meli. Meli lloraba y yo temblaba, los otros dos esperaban en la esquina. Fue horrible. Después, fue lo peor.
Estábamos shockeadas, superadas por la situación. En un lugar desconocidos, esperando un colectivo que todavía no sabíamos si pasaba por ahí, con un nud en la garganta que no nos dejaba siquiera hablar, gritar ni llorar (al menos a mí) lo único que hacía era temblar y estaba dura, dura como el pinocho de un camionero al que Luciana Salazar le está bailando reggaetón. Mi cara era de dos de oro, traumada, y pensando "la concha de la lora, estamos en san telmo sin celular, sin monedas, sin NADA qué carajo hacemos?" por otro lado agradecía que sólo nos habían robado, y lo sigo agradeciendo, que no pasó nada malo... Melisa que no hablaba, no sabía que decirle, ninguna de las dos sabía qué decir, qué hacer, hasta que meli me dijo "ya está, no pasa nada... ahora pensemos qué hacemos" un poco más tranquilas. Después de un rato, fuimos a una pizzería que está ahí en la esquina esa, y yo seguía temblando, pero le expliqué al tipo. Me ofreció el teléfono, pero le pedí primero agua, porque no quería hablar a mi casa y que me escuchen preocupada. Después pensándolo bien me arrepentí de llamar, ya que pensándolo bien, puse mi mente en blanco y analicé la situación y no iba a conseguir absolutamente nada. No tenía sentido llamar a mi casa y preocupar a todos. Tenía que buscar la forma de solucionar el problema de cómo volver. El mozo nos dio monedas para volver, le expliqué todo y nos terminó dando para volver. Una vez en el 22 no teníamos celular, ni el número d germán ni de nadie como para llamar y preguntar cómo bajar ni hacia dónde ir. Así que fuimos hasta las flores y mitre, y ahí bajamos. En el 22 me dí cuenta que tenía en el bolsillo una moneda del bicentenario de $1 que había encontrado en el recital, en medio de una de las canciones lentas.
Cuando bajamos, había un vago tocando la guitarra sobre mitre. Nos pidió una moneda, algo. Meli siguió de largo y yo le dije no tenemos NADA, y por la esquina me acordé de la moneda del bicentenario y volví y se la dejé y le dije "mirá es todo lo que tengo, una moneda de un peso, del bicentenario, de mar del plata" el vago me ofreció tocarme (una canción obviamente) y le dije que no porque no tenía tiempo. sinceramente lo único que quería era llegar a un lugar seguro, tranquilo, aunque la verdad, en ese momento, el vago me dio segurida, me transmitió seguridad, me tranquilizó mucho. El tipo me agradeció la buena onda, todo, y nos despedimos con un chaucha a lo lejos.
Fuimos a la remisería, y le explicamos al Sr del remo que nos habían robado y que no teníamos plata pero que Meli bajaba, buscaba plata y le pagaba cuando llegábamos a la casa, así que llegamos, meli bajó y mientras esperé adentro del auto hasta que pagamos y finalmente llegamos sanas y salvas!
En el brazo izquierdo todavía tengo la marca de los dedos del tumbero ese que me agarró re fuerte
tarán

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